sábado, 23 de febrero de 2008

En el camino aprendí

Corrimos por correr 7 kilómetros en Nqn. Disfrutamos de 12 kilómetros nocturnos en la corrida de Cipolletti. A medida que las pruebas pasaban íbamos mejorando indumentaria. A saber, los pantalones de fútbol te paspan los huevos, las medias de fútbol coleccionan ampollas, y las camisetas de fútbol vienen con chivo. Siguiendo la voz de la experiencia me hice de un pantaloncito corto, un par de soquetes y una remera liviana, envidia de los hombres que le gustan los hombres ( putos ). En fin, estábamos hecho unos atletas de elite y no podíamos correr ni la cortina del baño.



Es oportuno contar en este preciso momento que hace algunos años aprendí a guitarrear. Fue en una lección de geografía. De ahí en mas la guitarra y yo, yo y la guitarra, fuimos uno sólo. Descubrí que estudiando para un cuatro, mas el plus de la guitarra, se podía llegar al ocho tranquilamente. Pero en una carrera no hay tu tía. No se puede disimular el estado físico deplorable por mas afinada que esté la guitarra. Las metas se ponen cuesta arriba cuando no se estudia en la semana. Sabido esto, no quedó mas remedio que apuntar los cañones al entrenamiento. Irremediablemente volvieron las migas con el asfalto y la monotonía. Las horas dedicadas a esta fuerte amistad trajeron sus frutos, y al poco tiempo ya estábamos en el lote de punta. Por supuesto que miento. Seguramente estábamos en el lote del medio. Por supuesto que exagero . . .

1 comentario:

Andrés dijo...

Cuanto de cierto hay en lo que decis, como PASPAN LOS HUEVOS!!!!!
Solo tengo que decir, que alguna vez rompi las cuerdas de tu guitarra, era de esperar, lo mio es la bateria, despues desafinamos un poco, pero al final, seguimos y seguiremos tocando juntos.