jueves, 22 de mayo de 2008

Desafío Origenes 2004

Con muchos mas de 40 km de MTB sobre las rodillas estaba cuando se vislumbró en el calendario una prueba combinada en Gral Roca. Grupo Origenes nos desafiaba a correr 10 km, rodar 30, remar 8 y volver a rodar/correr 5 km. La parte de remo era en unos dakis (canoas inflables). No era necesario tener un curso completo con Guillermo Brown, ni con David Robinson, para manejar uno de esos. La idea me tentó hasta las muelas. El equipo debía contar con 3 integrantes . . . a mi equipo le faltaban sólo dos !!!

Luego de revisar la agenda de deportistas destacados en el ambiente local di con el paradero del verdugo del Bocha Bochini. “Soltá esa rama Tito” aceptó sin titubear. La renguera la curó un tal Perro, intimo del Tito, conocido en el barrio por llevar consigo unos huevos mas grandes que los de David (el de la honda sin h).



El Perro, también conocido por su alias : Huguito Camargo, es un ex rugbier de los que embarraban la camiseta en los días sin lluvia. La amistad nos presentó con la mejor carta aquel Diciembre caluroso, y de ahí en mas no he parado de colgar hermosos y emotivos momentos junto al Hugo en la pared de los recuerdos.

En mi memoria de pajarito no aparece el nombre del equipo, pero si me acuerdo que salimos quemando caucho a la siga del “Masi de Gral Roca” (Maxi Morales). Cómo era de esperar, el mas flojito de los tres fundió bielas antes de completar los primeros 10 de trekking. Con ayuda de los dos pude hacer puerto en el parque cerrado. Mientras ellos acomodaban las MTB´s yo me recuperaba con algo de fruta. Los 30 km que siguieron fueron bravos y entretenidos (sobretodo lo primero). Con el Perro, cual alambre caído, íbamos para adelante con el cuchillo entre los dientes. El Tito nos espero apoyado en un banderillero. El parque cerrado nos espero con bananas.



Con un perro en bote, pero sin temer a las aguas del Rio Negro, montamos la embarcación. En la popa se ubico el Tito para manejar. Huguito “the dog” iba en la proa tirando cambios. Yo quedé en el medio. Cada 10 minutos y fracción el timonel me metía un remaso en la capocha. Lleno de chichones terminé la tercera etapa.



Dos MTB´s a repartir entre los tres nos dieron para completar los últimos 5 km. Las matemáticas son exactas, falta una MTB. Sin sacar muchas cuentas, con el Perro, manoteamos una cada uno. El Tito salió corriendo como si estuviera nuevo ( lo estaba ). Si se cansaba cambiábamos los tantos. El arco lo vio llegar corriendo. Nunca se cansó. Con Huguito the dog llegamos pedaleando a las risas.



No puedo recordar el nombre del equipo, pero si recuerdo muy bien que en aquel Diciembre caluroso empezó a crecer un ROBLE PERRUNO en el jardín de la amistad.

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