lunes, 31 de marzo de 2008

Etapa Nike VLA - 2004

Para nada amedrentado por la mala experiencia del Balsa a Balsa volví al ruedo con rejuvenecidas expectativas. Esta vez manotié la escopeta y levanté la mira hacia el sur. El objetivo fue el Bayo y hasta allá me fui a pasear 21 km. El paisaje fue bastante distinto, la experiencia no tanto.

Los siguientes párrafos son recortes extraídos del cajón de los recuerdos . . .

“Quedan un par de minutos para una aventura mas, el reloj acelera regresivamente, algunos ya están agolpados en la línea de salida, yo del medio para atrás, de esta manera no son muchas las personas que me van a sorpasar y eso ayuda psicológicamente. Vá, que se yo si ayuda o no ayuda, . . . espero que ayude. Lo cierto es que tengo que llegar, tengo que GANAR, no importa cuantos lleguen adelante, no importa si no me dan el trofeo. Entiendo perfectamente que si en una, dos, tres, cuatro, cinco, diez horas cruzo la línea de llegada, yo seré el GANADOR, y que alguien me venga a convencer de que no lo soy. El Camelback con 1 litrito de agua, las barritas de cereales, alguna fruta y caramelos dulzones, . . . todo ese kioskito me hubiera venido al pelete si no fuera porque me olvidé el maldito Camel en el ropero ( a escasos 600 km ) . . . Qué calentura ! ! ! . . . Qué boludo ! ! ! . . . Bueno ya pasó, “al mal tiempo buena cara” . . . a correr sin nada y listo . . . Cuando quieras maestro.“


Los primeros indicios que se olían aquella mañana no eran alentadores. La falta de agua y de alguna sustancia sólida y azucarada iba a calar hondo en mi sistema motriz . . .

“La idea era no sentir sed en toda la carrera, la idea se pinchó cerca del kilómetro diez. Después de los quince ya no solo tenia sed, también me picaba el bagre. Los arroyos venían bárbaro para apagar los pies que se estaban prendiendo fuego. Kilómetro diecisiete, puesto de agua, llené el tanque y seguí. El agua me alcanzó para los 500 metros que siguieron. Restaban diez kilómetros. ¿De qué me disfrazo?”


“Bordeando el lago Correntoso con las últimas gotas de orgullo. Salimos al asfalto. Debe faltar poco. Pero por poco que falte no llego si no como algo. Algo dulce que me convide ? Algo dulce que me convide ? Pero cómo no, fijate ahí atrás que debo tener un alfajor. GRANDE MAESTRO. TE QUIERO. Fue un alfajor pero sabía a parrillada. Y ya que estamos la hacemos completa. Un poco de agua por favor ? Un poco de agua por favor ? Tomá gaucho. 750 cm cúbicos que regaron mi cuerpo desértico. Ahora sí, vamos con el último esfuerzo que restan cerca de cuatro kilómetros. Cuatro kilómetros interminables !!!“


Como era de esperar las consecuencias le siguieron a los malos indicios y mi sistema motriz no tardó en dar señales de alerta. Pero con mucho esfuerzo y haciendo honor a la interminable canción infantil “la cucaracha” fui acercándome lentamente al arco de llegada que de a poco se agrandaba y se agrandaba . . .


“Qué hermoso contraste. Una sonrisa de oreja a oreja dibujada en una cara demacrada. Leda que gatilla, y el recuerdo de la misión cumplida que queda para siempre. Termina una aventura mas. La mejor, la peor, no importa, todo suma. Después de algo dulce y mucho líquido vuelven a aparecer los colores que perdí en el Bayo. La lucidez vuelve de a poco y la satisfacción que nos inunda el corazón nos da cuenta de lo linda que fue la experiencia. Y las ganas siguen sumando ganas, que ahora son mas que antes, de seguir corriendo, . . . de seguir llegando,. . . DE SEGUIR GANANDO.“

Y bueno !!! De las experiencias se aprende, y la lección de aquella tarde quedó grabada a fuego. Sin provisiones ( agua, barrita de cereal, power gel, etc ) no se puede encarar este tipo de pruebas. Rectifico : SIN PROVISIONES ( las mismas del paréntesis anterior ) NO PUEDO ENCARAR ESTE TIPO DE PRUEBA.

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