domingo, 17 de abril de 2011

Subite que arrancamos ...

Para aquellos que no vienen en este carro desde que lo puse en marcha, les puedo contar que el blog vio la luz el día que nuestro Sebastian me invitó a correr. Desde entonces recorro este camino, deportivo sobre todo, con los principales acontecimientos que amasaron estas arrugas con poco cuidado. Hubo desvíos obligatorios que sacudieron el carro bruscamente. Allá por Septiembre del 2009 rodando por el cielo una nube me regaló a un mofletito que cambió mi vida para siempre. Con él en su asientito de atrás y con varios amigos de acompañantes intento llevar este carro por los lugares mas lindo de esta vida … Subite !!!

Hace tiempo les di vacas a mis musas que lucían fatigadas. Algunas ya no aportaban y de a poco iban contagiando al resto. En Enero del 2010 les abrí la botella. No volvieron más. Y sin ellas la imaginación se aburrió y se echó a dormir. Y las ideas, que antes merodeaban mi cabeza de vez en cuando, me empezaron a pasar bien lejos. Volví a correr. Después de mucho tiempo de descansar el culo en una silla mientras la acción pasaba por afuera, volví a correr. Tras sacudirlas me calcé las zapas que dormían en el rincón de los trapos viejos. Se despabilaron y con los cordones fuera de quicio nos fuimos a mover un rato.

Por la bici senda mi trote lento iba para Allen. Cuando pasé por la capilla de San Cayetano ya iba averiado, sin embargo me llamó la atención un par de musas con unas velas en la mano. Seguí mi curso. Llegué a la capital del ciclismo y volví caminando. Frente al santo de barba larga, de rodillas, implorando por trabajo, permanecían aún las musas sollozas. Dejé de caminar. Les pegué un chiflido y las invité a pasar por casa. Algo así como una merienda laboral. Se adivinaban más cerca del arpa que del piano. Bastante estropeadas y venidas a menos se acomodaron en la mesa. Las habían revoleado por viejas. Les propuse volver a mover las cachas e intentar laburar juntos. Es mejor dos musas medias rancias que una botella vacía. Les ofrecí un lugar donde vivir. Acomódense donde puedan. Ahí tienen unos renglones. Un par de meses y vemos que pasa. Aceptaron. A buen hambre no hay pan de ayer.

Y acá estoy, lleno de expectativas, esperando que se acomoden un poco. Que estimulen la imaginación y que las ideas vuelvan a dejarse ver por el barrio. Volví a correr. Anduve dando lástima en el Tria de la Pera y abandonando en la corrida de Cipolletti. Sin embargo el carro se volvió a mover … Subite antes que agarre velocidad !!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente escritor! muchs de tus aventuras las imagino como propias y me muero de risa!
segui! lo que haces es Muy Bueno!