martes, 1 de julio de 2008

Violeta

1992 : Mientras sonaba el exitazo de Alcides, y todos bailaban al compás de “no la dejes ir, no la dejes ir” yo buscaba, entre el centenar de longplays que dormían en el baúl, algún tema propicio para enganchar. Al nombre de Crazy Music respondíamos con Danilo en nuestra maravillosa época de DJ´s. 50 kilos pesaba aquel baúl con miles de temas desparramados en varios discos. Hoy pesarían medio gramo en un mp3´s. El tiempo pasa y las cosas cambian, o el tiempo cambia y las cosas pasan, da lo mismo.


2004 : El Sol iba cayendo lentamente sobre la Avenida Argentina. Las muchas piernas se mezclaban con el atardecer mientras entraban en calor. Con Sebastián y Andrés nos volvimos a vestir de atletas para Correr x Correr.

Eran 7 kilómetros que nos ponían a prueba. Eran 7 kilómetros que nos separaban del grupo de los que corren. El Sol cayó redondo, la competencia largó de noche, el primer tramo fue en subida. Hicimos cumbre en la plaza de las banderas, entonamos Aurora, y bajamos al ritmo de Ben Johnson antes del antidoping. El promedio era generoso y el arco de llegada se acercaba a pasos agigantados. 500 metros finales, 300 metros, disfrazado de flash le pasamos por debajo al reloj. Envuelto en aplausos y abrazado por la música funcional que sonaba en todo Neuquén, me fui para el boulevard de los sueños rotos. Mientras recuperaba el aire se me acercó sigilosamente un parlante. Ni lerdo lo usé para elongar aductores que estaban como piedra hasta que al DJ´s se le antojó poner música retro a todo volumen. Me alejé un poco del bochinche, y las primeras neuronas que recuperaban el aliento percibieron el ritmo frenético de “no la dejes ir, no la dejes ir” . . .

Dani, pasame alguno que ya termina Violeta. Me pasó el de Riqui. Una maravilla de LP. Saqué el vinilo del nylon, le pasé el dedo índice a la púa y lo enganché para que la noche siga de largo . . . Que lo parió !!! Como pasa el tiempo !!! Fueron 12 años de cumpleaños, momentos y algunas tertulias que desfilaron en mi vida . . . y sin embargo al viejo Alcides no le cambió la voz.

Abro paréntesis una vez mas. Danilo es de aquellas personas que nunca tienen el vaso medio vacío. Que perfuman el alma con el auténtico aroma de la amistad, y que renuncian a cualquier profesión para pasar a ser tu amigo. Danilo es de aquellos amigos que sientan en el corazón como si estuvieran en su casa . . . CUANTO MAS CALIDA SERÍA LA VIDA SI CADA UNO TUVIERA SU DANILO CESCHÍN. Cierro paréntesis.

Nada grata fue la sorpresa que nos inundó el alma cuando reclamamos el pase al “grupo de los que corren” por haber bajado los 5 minutos el kilómetro, y nos cerraron la puerta en la ñata alegando que la condición necesaria y suficiente era correr 10 km mínimamente. Para festejar el casi sorpazo a tan preciado grupo nos comimos unas hamburguesas tan grandes como un alfajor Tatín. Y no exagero.


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